Social Icons

twitterfacebook Instagram

miércoles, 27 de agosto de 2014

Primer microcuento

Ella era como ir corriendo a la estación, sabiendo que el tren ya había pasado. Necesitaba intentarlo. O simplemente correr. Autor: Diego Carneado.

 
La vida le golpeó y le tiró al suelo. Él, se levantó, la enfrentó y le dijo "pegas como una niña". Autor: Tomás García Mohedano.

 

Tomas García - @ThunderVK

martes, 26 de agosto de 2014

¡Microcuentos!

Construcción literaria narrativa distinta de la novela o el cuento; denominación más usada para un conjunto de obras diversas cuya principal característica es la brevedad de su contenido. Sentó su base en los bestiarios medievales. Microrrelato o microcuento.

 

Un trocito de literatura para llevarnos a la boca, cuentos cortos que entrañan los más profundos pensamientos.

Cada miércoles, un nuevo microcuento que nos expresará con sus palabras, sus letras, lo que distintas mentes piensan en su vida, y que muy probablemente nos podamos aplicar a la nuestra e identificarnos con ellas. Los descubriremos entre todos haciendo en este blog una nueva sección fija que seguro a nadie dejará con ganas de más, pues se tratará de la  búsqueda incesante del sentido por parte de todos los lectores en estos.

Porque como dijo el gran Gabriel García Márquez "el escritor escribe su libro para explicarse a sí mismo lo que no puede explicar", y eso es de lo que tratan estas pequeñas historias encerradas en pocos renglones, de describir lo que ni nosotros mismos podemos explicar. Todo sigue siendo intrigante, pensamientos y deseos a descubrir...

¡A leer curiosos! Abrazos.

Tomás García - @ThunderVK

viernes, 22 de agosto de 2014

Enfermedades… ¿con doble sentido?

¿Os habéis parado a pensar cómo sería vivir sin tener miedo? ¿Y si os dicen que una anomalía puede impedir que padecierais cáncer? Hay enfermedades que cumplen con estos requisitos, pero no hemos de olvidar que al fin y al cabo son enfermedades también, y no han de ser tratadas a la ligera. Ni si quiera como algo bueno.

Hoy nos adentramos en el mundo de las enfermedades, descubriendo los detalles más curiosos de ellas, además de sacar a la luz las más desconocidas pero dignas de mención.

Comenzaremos esta expedición hablando de dos de las que primeramente hemos hablado: la enfermedad de Huntington y el mal de Urbach Wiethe.

 

Enfermedad de Hungtinton

Esta primera -llamada también corea de Huntington y conocida antiguamente como baile de San Vito o mal de San Vito- es en realidad un tipo de trastorno neuropsiquiátrico y genético que carece de cura. Está caracterizado por la constante degradación de determinadas zonas del cerebro, lo cual deteriora células nerviosas y con el tiempo tiene graves consecuencias, provocando la reducción de las funciones cognitivas.

Lo “bueno” de esta enfermedad a priori rotunda, es que quien la padece es inmune al cáncer. Se lleva estudiando desde hace más de 40 años y la cifra de pacientes experimentales es cercana a los 2000.

No obstante y aunque te libre de sufrir una de las peores enfermedades de todos los tiempos como es el cáncer, la enfermedad de Huntington es de las más terribles en su tipo y la gran mayoría de los pacientes que han sido diagnosticados con ella, cometen suicidio.

 

Mal de Urbach Wiethe

Esta segunda enfermedad extremadamente rara tiene el fascinante resultado de la pérdida total del miedo. Se sabe muy poco sobre ella, pero se caracteriza por provocar un amplio engrosamiento en la piel y los tejidos cerebrales, además de dañar zonas complejas del cerebro.

Como consecuencia de los daños en estas zonas del cerebro, los pacientes muestran fuertes alteraciones en los procesos cognitivos, con grandes cambios a nivel psíquico y emocional. Una evidencia es la ausencia total de expresión facial ante estímulos que a cualquier persona sana le provocaría una fuerte reacción, pero ellos no reaccionan de ningún modo frente a estímulos que van desde el miedo a la exposición a malos olores. Se han desarrollado numerosos estudios sobre esta enfermedad desde que fuera descubierta en 1929 y apenas 300 casos se han identificado desde entonces y aún se desconoce una posible cura.

La enfermedad de Urbach-Wiethe generalmente es reconocida por sus manifestaciones dermatológicas. Las personas afectadas tienen mala cicatrización de heridas, piel seca y arrugada, y un infiltrado amarillento en los labios. Rebordeando los párpados hay comúnmente nódulos. Los pacientes desarrollan ronquera que puede ser progresiva y permanente, además de comportamientos psicóticos y esquizofrenia.

Actualmente, solo 10 personas en el mundo padecen esta enfermedad, impidiéndoles tener miedo a nada y convirtiéndoles en temerarios, más allá de los efectos ya mencionados.

 

Síndrome del savant o el sabio

Esta tercera enfermedad afecta a pacientes que ya sufren de varias discapacidades mentales, incluyendo autismo (una de cada diez personas autistas padece también el síndrome del savant), pero provoca un altísimo desarrollo en la capacidad mental y esta contraposición aún no es entendida por la ciencia.

Los pacientes que padecen este trastorno tienen una capacidad única para cualquier campo del conocimiento en concreto, pero con el tiempo también resulta en lesiones en el sistema nervioso central. Los pacientes parecen tener conocimientos inexplicablemente desarrollados que ni ellos mismo pueden explicar con palabras o hechos, simplemente los tienen. La mayoría de los afectados tienden a recordar sobre todo cuatro categorías: arte, cálculo de fechas, matemáticas y habilidades mecánicas y de métrica.sindrome-savant

Actualmente se cree que el número de personas que tienen el síndrome se eleva a 50.

Según la revista online muyinteresante.es “para Darold Treffert, autor del libro Gente extraordinaria: entendiendo el síndrome savant, una posible explicación de su genialidad es que cuando el hemisferio izquierdo no funciona bien, el derecho lo compensa desarrollando nuevas habilidades, posiblemente reclutando tejido neuronal que en condiciones normales se destina a otras funciones”.

 

 

Insensibilidad congénita al dolor

Esta anomalía ha sido objeto de estudio en muchas de las series con carácter humorístico en todos los tiempos, ya que ponen a uno de los personajes a padecer todo tipo de dolores y este asegura no sentir nada. Puede parecer algo ficticio y que solo pasa en series y películas pero sí, pasa y es bastante grave.

El individuo que padece esta enfermedad es totalmente normal al tacto y a otras sensaciones como al frío o al calor; sin embargo, no sufre ante los estímulos dolorosos porque no los siente, y en consecuencia puede producirse daño. Estas personas suelen morir jóvenes por traumatismos y lesiones varias, por lo que deben estar bajo supervisión en edades tempranas para que no se autolesionen.

El síndrome en cuestión es llamado CIPA, que son las siglas en inglés para la insensibilidad congénita al dolor con anhidrosis (que significa que la persona en cuestión no suda, impidiéndole regular la temperatura de su cuerpo), afectando apenas a una de cada cien millones de personas en el mundo. Como en las anteriores enfermedades ya descritas, se han realizado múltiples estudios pero aún no se sabe cómo pararlo.

 

La Maldición de la Ondina

Esta es posiblemente la peor enfermedad que describiremos en este post, es cruel y aterradora.

La leyenda germánica cuenta la historia del aleccionador castigo al que una ninfa (Ondina, ninfa de las aguas en la mitología germánica) condenó a su amante cuando descubrió que este la engañaba. Lo sentenció nada más y nada menos que a ser responsable permanente de su respiración; es decir, no podía olvidarse ni un segundo de que debía de respirar, ya que si lo hacía, podía morir por falta de oxígeno.maldicion de ondina

La maldición, denominada síndrome de hipoventilación alveolar central congénita, significa no dormir nunca, pues al entrar al sueño se pierde la voluntad y con ello el control consciente de la función respiratoria. Aunque no es una enfermedad muy conocida, se sabe que suele ser progresiva o congénita, por lo que es una de las posibles causas de muerte súbita en recién nacidos.

En edades más tardías y conociendo la dolencia, a la hora de dormir durante la noche se aplica respiración artificial al que lo sufre, pues si esto no fuera así, el mero hecho de quedarse dormido significaría la muerte. Los pacientes generalmente requieren traqueotomía y ventilación mecánica por un ventilador de por vida para poder sobrevivir.

 

Síndrome de Jerusalén

Este síndrome es más bien una psicósis religiosa desatada por el impacto que causa visitar Jerusalén. Se perciben más de doscientos casos al año, desde la época medieval, ocasionando que los sujetos en cuestión crean que son y recorran la ciudad promulgando las Santas Escrituras o exhortando a los pecadores al arrepentimiento. Suele ser un comportamiento inofensivo y desaparece al abandonar la ciudad.sindrome de jerusalen simpsons

Pero también hay excepciones y no todos son inofensivos, pues en agosto de 1969, un turista australiano llamado Michael Rohan, prendió fuego a la mezquita Al-Aqsa, convencido de que era un emisario de Dios.

Para este síndrome no faltan las parodias, e incluso la serie animada “The Simpsons” se hizo eco de ello en un capítulo de una de sus últimas temporadas, creyendo Homer que era el nuevo profeta y haciendo que todos creyeran en una religión que unía a todas las demás…

 

 

Estas y muchas otras enfermedades nos hacen plantearnos una vez más la naturaleza de cada uno y el mundo que nos rodea, pues una enfermedad puede tener su parte “buena”, pero con sus efectos malos e incluso a veces letales que hacen que coja el nombre de enfermedad. Algunos las describen incluso como poderes o habilidades contiguas a la enfermedad, pero que pocas personas quisieran tener si han de padecer un riesgo tan grande. La mayoría coincide en que les encantaría poder vivir sin miedo o no sentir el dolor en su piel por nunca más, pero… ¿les gustaría tener el completo combo que suponen el mal de Urbach Wiethe o la insensibilidad congénita al dolor? Eso ya es otra cosa.

Nos leemos curiosos, ¡abrazos!


“¿Existe la droga que todo lo cura? Sólo un enfermo puede creer eso”


Tomás García - @ThunderVK

 
Blogger Templates