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sábado, 19 de julio de 2014

El aterrador e intrigante mundo nazi

Uno de los aspectos más intrigantes de la historia, los alemanes durante la II Guerra Mundial y su acción llevada a cabo por el liderazgo de un hombre sin escrúpulos. Pocos conocen la infancia de este personaje y cómo fue evolucionando hasta llegar a ser uno de los líderes más temidos en toda la historia bélica.

Descubriendo a Adolf Hitler

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Era hijo de un aduanero austríaco, que muere al ser él joven y se apoyaría en su madre. Al morir esta, Hitler se traslada a Múnich en 1912 y vive como un mendigo. Entonces comienza a leer autores como Friedrich Nietzsche y se alista en el ejército, finalizando como cabo y recibiendo la “cruz de hierro”. Tras esto se pone en contacto con grupos radicales obreros y se encarga de la propaganda, estudiando la que utilizaron los ingleses en la I Guerra Mundial. Va ascendiendo, crea su partido NSDAP (Partido Nacional Socialista de los trabajadores alemanes) y tanto las SS como las SA (Secciones de Seguridad y de Asalto).

Es increíble cómo un hombre con estos inicios tan funestos y viéndose totalmente solo -sin familia y viviendo como un mendigo – pudo llegar más tarde a convertirse en el hombre más temido de todos los tiempos.

A parte de esto, era un hombre muy meticuloso y particular, perfeccionista, dando indicios de su carácter psicótico:

-          Por ejemplo, Hitler nunca se quitó su capa en público, sin importar el calor que hiciese. De este modo siempre mantenía una fachada de líder y respeto inconmensurable.

-          Su escritura manuscrita era impecable. Cuando el famoso psicólogo Carl Jung analizó sus manuscritos en 1937 dijo: “Detrás de esta escritura puedo reconocer las típicas características de un hombre con esencial instinto femenino”. Femenino y, sin duda, perfeccionista hasta los mínimos detalles.

-          Nunca fue un amante de los deportes, pero para excitar a las masas, usó música del estilo de colegios norteamericanos durante sus discursos. Su grito de reunión “Sieg Heil!” estaba fundamentado en los gritos de los entrenadores de futbol americano.

Pero también merece la pena hablar de sus Secciones de Seguridad y las atrocidades cometidas en los campos de concentración:

Las terribles SS nazis eran la élite del partido y la mano armada de Hitler. Su selección, aún más en los primeros años, era muy estricta, además de controlar sus relaciones y descendencia. Un SS no podía casarse sin la autorización de sus autoridades. La novia debía demostrar su procedencia aria siendo necesaria una limpieza de su árbol genealógico hasta el año 1800, y esto para casarse con un militante. Si una mujer  quería desposarse con un oficial, debía certificar una limpieza de su ascendencia desde el año 1750. Las pruebas presentadas eran examinadas al detalle por la dirección central de las SS. Además, por si esto fuera poco, la mujer debía pasar por una serie de pruebas médicas y físicas. Todo esto con el único objetivo de que los genes arios no fueran mezclados con mujeres indignas y se acabaran estropeando. Este es otro de los muchos rasgos perfeccionistas, psicóticos y racistas de Hitler.

En los campos de concentración, como ya se ha mencionado, se realizaron atrocidades pero no solo de exterminación de judíos, sino también con fines médicos, la inmensa mayoría de ellos inconcluyentes. Aquí se exponen algunos de ellos:

[caption id="attachment_29" align="alignnone" width="300"]Campo de exterminio en Auschwitz (Polonia) en la actualidad Campo de exterminio en Auschwitz (Polonia) en la actualidad[/caption]

-          Experimentos de congelación: Fueron llevados a cabo para simular las condiciones extremas a las que se enfrentarían en el Frente del Este. Un gran número de alemanes murieron de frío o por enfermedades debido a las temperaturas, así que esta era una forma de prepararlos mejor para esas condiciones climáticas. Los experimentos estuvieron a cargo del doctor Sigmund Rascher en los campos de Birkenau, Auschwitz y Dachau. Se buscaba conocer cuánto tiempo tardaba un cuerpo en congelarse hasta la muerte y formas de reanimar el mismo. A los “conejillos de indias” se los introducía en bidones de agua helada o desnudos a la intemperie en temperaturas extremas. Por otra parte, los experimentos para resucitar también eran crueles y dolorosos en aquellos que aún no habían muerto pero se encontraban al límite. Se los ponía bajo lámparas de rayos ultravioletas que quemaban la piel, echándoles agua hirviendo, poniéndolos en bidones con agua caliente cuya temperatura se iba aumentando poco a poco, o incluso por medio de la incitación sexual de una mujer.

-          Pruebas con extrema violencia: Interrogaciones con tortura, inyecciones con virus de enfermedades, esterilización, y experimentación de nuevas cirugías. Por ejemplo, el doctor Kurt Heissmeyer inyectó la bacteria causante de la tuberculosis a prisioneros del campo de Neungamme. En muchos casos, se mutilaba a un preso para trasplantar sus extremidades en otro (se pretendía saber si se podían trasplantar extremidades, pero muchas personas murieron y otras quedaron mutiladas, además de que el experimento no llegó a resultados concluyentes). Hans Eppinger tuvo una de las más alocadas y espeluznantes ideas, pues buscaba una forma de hacer el agua de mar bebible. Se privó de comida y agua fresca a varios reclusos, y se los obligó a beber solo agua de mar, por lo que muchos desarrollaron graves enfermedades. El envenenamiento por inyecciones o en la comida también era muy común en los campos de concentración.

En otro orden de cosas y para acabar, en el ejército nazi no solo se pretendía armonizar en los soldados la idea de acabar con el enemigo y una superioridad de raza mediante una propaganda espectacularmente intensa, sino que también llevaron a cabo experimentos con las últimas tecnologías de la época, con el fin de tener una ventaja competitiva respecto de sus enemigos.

 

Se crearon armas que se servirían de la ayuda natural para destrozar a los combatientes rivales. Estas fueron llamadas armas limpias:

-          La primera de ellas es el cañón de viento, un artefacto ideado para lanzar rayos de aire. Diseñado en Stuttgart durante la guerra, era un tipo de arma que podía emitir un flujo concentrado de aire comprimido. Con una mezcla de oxígeno e hidrógeno, lanzaba un proyectil de viento, una especie de golpe de aire comprimido y vapor de agua que tenía un efecto similar al de una granada, según los expertos.

[caption id="attachment_30" align="alignnone" width="300"]Cañón de viento no llegado a utilizar Cañón de viento no llegado a utilizar[/caption]

-          El segundo artefacto con el que se hicieron pruebas fue la conocida como arma vórtice, la cual tenía la finalidad de crear torbellinos para derribar a los aviones aliados. Tenía como base un mortero de gran calibre que se hundía en el suelo y disparaba proyectiles cargados de carbón pulverizado y un explosivo de acción lenta.

-          También hay que situar dentro de estas “superarmas” la llamada bomba endotérmica. Eran explosivos que serían lanzados por aviones de gran radio al detonar y con capacidad para crear una zona de intenso frío que congelaría en todo un kilómetro cualquier forma de vida de manera temporal. Es uno de los ingenios de los que menos información se dispone.

Estas han sido unas cuantas de las muchas curiosidades que ostenta la historia de uno de los ejércitos más temidos, realmente intrigante y que merece la pena descubrir. ¿A quién no le fascina un poquito de historia bélica?

Nos leemos curiosos… ¡abrazos!

"Cuando se inicia y desencadena una guerra lo que importa no es tener la razón, sino conseguir la victoria". (Adolf Hitler)


Tomás García - @ThunderVK

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